En esta semana hemos tenido ocasión de conocer la realidad de la situación económica que nos ha dejado los ocho años de gobierno local del Partido Popular.
Nada que ver con lo que nos decían al alimón Angulo y Ramírez tratando de quitar importancia a las pocas cifras que,de tarde en tarde,nos hacían llegar cuando no les quedaba más remedio que decir algo ante la insistencia de la oposición.
Lo que pone al descubierto las cifras reales de la situación de quiebra económica que muestra el informe de La Intervención de Fondos y la Tesorería del Ayuntamiento no es otra cosa que las consecuencias que ha tenido para los vecinos de Morón la puesta en práctica de las ideas de una derecha que, desde que asumió el poder local, se dedicó a tomar decisiones acorde con su ideario consistente en supeditar los intereses generales a sus intereses particulares.
Todas las decisiones venían envueltas en una propaganda populista que, por una parte camuflaba las verdaderas razones del sentido de sus decisiones y, por otra, tenía como objetivo la devaluación de lo público y el desprestigio de todo aquél que defendiera los intereses generales.
Hoy conocemos bien adónde nos ha llevado, y lo que nos va a costar a todos y a cada uno de los vecinos de Morón el despilfarro, los gastos estrambóticos como la construcción de un helipuerto, hoy cubierto de jaramagos, y la megalomanía de un individuo egocéntrico y autoritario rodeado de una serie de personas puestas a su servicio más que para servir a los moronenses. Todo ello avalado por la cúpula de un partido, el PP,que ha facilitado, hasta hace bien poco tiempo, la cobertura política a los desmanes. El mismo partido que se nos muestra como la salvación para España.
Cuando oímos decir a algunos quelo mismo da, que todos son iguales, me acuerdo de Orwell y aquello de «pero algunos son más iguales que otros».
No quiero olvidar que nos estamos enterando de la situación real porque los nuevos gobernantes están cumpliendo con su promesa de transparencia y están dando a conocer la verdadera realidad municipal. La entrega a los partidos políticos de la oposición, del Informe de los técnicos, un informe que recoge datos de mucha importancia para el futuro inmediato de nuestra ciudad, es algo que no recuerdo si se ha producido alguna vez en esta ciudad. Resulta al menos llamativa la medida, si lacomparamos con la reciente etapa de oscurantismo del Partido Popular durante la cual los concejales de la oposición tenían que copiar a mano los decretos si querían enterarse al menos de aquello que no le podían ocultar ya que la ley les amparaba.
El agujero producido en la caja del Ayuntamiento a base de generarcada mesun déficit de 60 millones de las antiguas pesetas durante los últimos años, nos ha conducidoa la actual deuda de 47 millones de euros. Ese mismo agujero ha engullido la credibilidad del actual dirigente del PP, Alfonso Angulo, que parece ser el único que no se entera del poco valor que tiene para los vecinos de Morón las fabulas que sigue contando, como si nada hubiera ocurrido.
Vamos a necesitar que el nuevo equipo de gobierno socialista no caiga en las provocaciones de los fracasados políticos locales del PP, aunque comprendo que puede resultar difícil no contestar a la petulancia de algunos que pretenden dar lecciones de buen gobierno y aseguran haber dejado millones en la caja del Ayuntamiento, contra toda evidencia. Por el contrario, deberán seguir dedicando todas sus energías aponeren práctica una verdadera política pública bien instrumentada tanto hacia el interior del Ayuntamiento como hacia el exterior, hacia todo aquello que tiene impacto en los ciudadanos.
Es justo reconocer que han iniciado el proceso con la identificación clara de los problemas a resolver, señalando, como ha hecho el Alcalde durante la última semana, los asuntos prioritarios sobre los que hay que tomar decisiones. Han trasladado, tanto a la opinión pública, a los partidos políticos de la oposición, al presidente de la Junta de Andalucía y al resto de las administraciones públicas, la información y la petición de apoyos a todos los niveles.
Inmediatamente después toca plantear las posibles opciones que se abren, debatir sobre las mismas, negociar cuanto sea preciso y con quién resulte necesario antes, de decidir qué hacer ante la grave situación creada y cómo hacerlo, si se quiere abordar, de verdad, una solución a medio plazo a los problemas.
Morón necesita un Plan de Actuación Municipal que aglutine el máximo consenso posible y posibilite tomar las complicadas medidas de racionalización de la política municipal, acabando, de una vez por todas, con la simple improvisación y constante adecuación a las circunstancias sin más, practicada hasta la fecha. Sin ese Plan no habrá política municipal racional y terminará imponiéndose la realidad fáctica de los intereses corporativos. Esa es la tarea.
Como bien ha dicho el Alcalde esta semana que ha terminado, Morón es cosa de todos.